Ultima lección

 Empezamos mal… decía el protagonista de nuestra historia José un joven de 25 años alto delgado un poco tímido, pero eso sí muy honesto pues desde muy joven sus padres le inculcaron derechos y enseñanzas de cómo ser un buen ciudadano, pero ante todo un gran ser humano, y que casualidad todos ellos nacieron en un bello municipio del departamento cuna de la libertad.  

Ahora mientras José hace su desplazamiento a su lugar de trabajo ve las mismas injusticias que día a día un ciudadano común puede soportar, como personas evitan pagar su servicio de transporte como un ladrón roba dentro de los mismos buses que las personas utilizan para trabajar o estudiar, o como simplemente como las mismas personas pelean por una silla o por un metro de espacio para evitar contacto con los demás pero aun viene cosas que en un mundo de supervivencia como la nuestra José no logra entender y ve a través de sus ojos tantas injusticias y como no sentirse libre dentro de un emporio de cemento y automóviles por doquier. 

Después de ver todo esto sigue algo más frustrante, su lugar de trabajo, una empresa de logística donde José se desplaza hasta la ultima bodega donde lo esperan sus compañeros para platicar acerca de lo que paso el fin de semana o hacer comentarios sobre lo que él callaba, un negocio corrupto de las que se lucraban sus compañeros de trabajo y era que ellos aprovechaban los descuidos de sus supervisores y robaban alimentos, bebidas, elementos como  relojes, ropa, celulares y hasta perfumes. 

Que triste ver todo ese mundo a su alrededor ver el ambiente tan pesado y la mala energía que le inspiraban sus compañeros, como confiar en aquellas personas, ese lunes parecía tranquilo hasta que de pronto un llamado lo hizo estremecer, pensaba en ese momento empezamos mal, su supervisor lo llamaba según él para hacer algún reclamo no parecía un día tranquilo, él sentía en ese momento mientras caminaba por un largo pasillo tanta frustración, desigualdad por todo lo que sucedía, en algún momento pensaba en ser como ellos ambicioso avaricio pero ante todo ladrón, pero él no quería lucrarse pues ante todo sentía que le fallaría a su Dios familia y ante todo a él.  

Que pasaría en ese momento, él sentía tranquilidad pues sabía que no había fallado en nada y que era un gran empleado pero por el otro lado su timidez le invadía su cabeza cuerpo y espíritu, en algún momento pensó en preguntar qué pasaría, pero como en toda gran historia tienes que pasar por cosas difíciles para empezar lo mejor y es que su jefe directo lo llamaba pues quería informarle que debido a su gran desempeño tendría un ascenso laboral, además la posibilidad de poder trabajar algunos días en casa y poder tener mas espacio para terminar sus estudios universitarios. 

Todo marchaba muy bien y recordaba una de tantas lecturas en sus días de universitario LA EDUCACION ETICO LIBERTADORA si esa misma que nos da a entender que toda persona conlleva una ética laboral profesional, pero le enseñaron valores sus padres y que el dinero no lo es todo, pues en los triunfos que se obtienen en el caminos es más importante ayudar a los demás y debemos aprender que vinimos a este mundo a servir, hay que aprender como nuestro protagonista, a ganar todo con honestidad y trabajo constante, pues sabía que las bendiciones o recompensas pronto vendrían. 

 Él como buena persona callo muchas injusticias  y ahora que tenia un puesto superior al de los demás como seria esa reacción a sus antiguos compañeros, él sentía una responsabilidad de callar o decir la verdad, pero sabía que habían muchas cosas por aplicar y como buen grancolombiano sabia que en este mundo no todo eran mentiras ni apariencias y sus compañeros cuando supieron su asenso decidieron abordarlo y pedirle por favor que no tomara represarías contra ellos, como lo tomaría José ese joven tímido nacido en un pueblo humilde de padres trabajadores y con principios libertadores. José tomo su voz de líder y les dijo a sus compañeros que por deshonestidad se pierde muchas cosas, como la familia, amigos, e inclusive el trabajo. 

 
 

Redactado Junto: Juana valentina Usaquen y Karol Martin. 

Grancolombianidad 109