Nuestra confianza en la Registraduría

 


Por: (Davo)

Tras varios días de las elecciones del 13 de marzo y después de las denuncias del

pacto histórico y otros partidos sobre irregularidades en el conteo de los votos la

registraduría se ha convertido en la institución más cuestionada en estos

momentos en nuestro país, pero esta entidad certificó los resultados de las

consultas interpartidistas y la consolidación parcial de los escrutinios municipales

para el Senado y Cámara de representantes. Con el 97 por ciento de las mesas

contadas, la lista del partido liderado por el precandidato presidencial Gustavo

Petro aumentó su votación en 390 mil votos, lo que se traduciría en tres nuevas

curules en la cámara de representantes.

Estas elecciones abren una semana llena de inquietudes e inconformismo y

cierran la puerta a la transparencia y la confianza ciudadana. En un proceso

electoral que deja en tela de juicio los escándalos que hasta ahora se van

conociendo. Si bien es cierto que la diferencia entre el preconteo y los resultados

finales genera el espacio para la detección y corrección de irregularidades.

El volumen de votos que se recuperaron por la lista del pacto histórico da mucho

de qué hablar pues estaríamos detrás de un fraude masivo electoral en el país.

La Registraduría ha sufrió esta última semana un duro golpe en su capacidad

institucional que generan dudas en los colombianos pues una entidad tan

importante no puede salir con declaraciones de poco argumento a defender algo

que es evidente y que despierta alarmas por las dos jornadas más importantes

que restan del proceso electoral: las dos vueltas presidenciales. Los llamados a la

renuncia del registrador Alexander Vega crecen, así como las críticas y las

denuncias de líderes políticos de todas las ramas de pensamiento político al fin se

pusieron de acuerdo en algo muy raro no, pero así es la política de mi país.

Lo curioso es que desde un comienzo las cosas no marchaban de la mejor

manera empezando los jurados de votación cómo es posible dejar una

responsabilidad tan grande como unas elecciones para senado y cámara lo

asumieran en su mayoría jóvenes oscilo de una edad entre los 18 y 25 años que

compromiso tan grande en personas que sería la primera vez que harían de

jurados y que en gran parte de la jornada su comportamiento fue displicente.

Además de esto la cadena de custodia se rompió por eso hay tantos errores en los

formularios.

Lo que paso ahí sin duda fue un gran desacierto por parte de la registraduría que

no dio la oportunidad de realizar este ejercicio a personas que por su trayectoria


daban mas confianza que un centenar de jóvenes que estaban mas preocupados

por repartir los tarjetones de las consultas interpartidistas de las coaliciones que

asegurar el orden en sus respectivas mesas garantizando la transparencia y la

democracia.

La Registraduría debe adoptar las medidas necesarias para identificar con claridad

los errores cometidos en las elecciones del pasado 13 de marzo incluyendo

dificultades en el diseño del formulario y la capacitación de los jurados y

corregirlas lo más pronto posible. Así mismo, las autoridades pertinentes deben

investigar con celeridad las distintas denuncias para establecer la dimensión de

las irregularidades y los responsables, bajo la lupa de actores independientes. No

deben cesar los esfuerzos para recuperar, por más difícil que suene, la duramente

afectada confianza en el pueblo colombiano para garantizar un proceso electoral

transparente.

En los debates presidenciales que transcurren en esta semana todos los

candidatos estuvieron de acuerdo con el reconteo de votos para devolver la

confianza en el sistema electoral, a la fecha la mayoría de los partidos decidido

que no y el registrador reitera su propuesta. Entonces, ¿Como devolver la

confianza ante tanta duda?

Lo principal es garantizar la transparencia de las votaciones, pero si la

Registraduría no puede realizar esta labor quien lo podrá hacer preocupa que

cada día que pasa se conoce mas detalles y la institución pierde prestigio ahora se

habla que se capacitaron el 80,54 % de los jurados y el resto que paso.

Esto nos demuestra que si hubo fraude electoral y que las primeras votaciones

después del aislamiento por el COVID 19 no dieron seguridad y que muy

seguramente con el pasar de los días se conocerán más detalles de esta jornada

electoral que quedara para el recuerdo.


Después de este hecho tan bochornoso si no hay reconteo esperemos la renuncia.

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